A pesar de haberse convertido en el intendente con menor cantidad de votos logrados durante la búsqueda de una reelección tras el regreso de la democracia, dijo que su gestión fue la mejor desde 1983. Y formuló una polémica autocrítica.
El intendente Carlos Arroyo cosechó este domingo la menor cantidad de votos conseguida por un jefe comunal en la búsqueda de una reelección desde el regreso de la democracia.
Según los primeros números, el candidato de la Agrupación Atlántica habría incluso empeorado su performance de las PASO. El 11 de agosto logró algo más del 5 por ciento de los sufragios, mientras que esta vez no llegaría al 4.
Así y todo, Arroyo adjudicó su estruendosa derrota a “la polarización enorme” que se generó entre los dos principales postulantes, Guillermo Montenegro, de Juntos por el Cambio, y Fernanda Raverta, del Frente de Todos.
Al ser consultado por la prensa respecto de la formulación de una potencial autocrítica, el abogado y director escolar fue polémico: “Tendría que haber gastado más dinero en publicitar todo lo que hice. Ahorré demasiado para poder arreglar algunas escuelas y comprar algunos medicamentos. Quise evitar gastar en publicidad: no soy un político de carrera, soy un docente. Mi gestión fue la mejor desde 1983”, disparó.
Por último, Arroyo explicó cómo será la transición. “Voy a tratar por todos los medios de que no sea traumática, que sea acompañada. No avizoro graves problemas salvo que se dispare la economía. Ustedes saben lo que hemos vivido en los últimos tiempos con el tema del dólar, no sé que va a pasar. Eso no corre con mi cuenta. Pero si todo sigue normal no va a haber problemas. Y la voy a llevar adelante yo personalmente, que es lo que corresponde. Le voy a explicar a quien gane lo que tenga que saber y le daremos la documentación que corresponde”, concluyó.